sábado, 10 de diciembre de 2011

Porque siempre me lo disteis TODO


Estar sentada a tu lado, viendo como cada vez tu llama se apaga cada vez más y más rápido es duro. Notar como las personas a las que quieres cada vez están peor, cada vez las notas diferentes, más “apagadas”.

Cuando me miras con esa carita, se me olvida esa espinita que tengo clavada en mé por circunstancias que pasaron en el pasado, por palabras que rasgaban el corazón…

Cuando me dices que has dado un gran bajón me acuerdo de todos aquellos momentos que pasábamos cuando yo era pequeña. Tú nunca has sido mucho de niños chicos, pero a tú manera me dabas grandes momentos, que no voy a olvidar.

Hace poco me decías que si era tu enemiga por hacerte tomar una medicación que te había mandado el médico…yo te conteste que no era tú enemiga, al revés lo que quería era lo mejor para ti. A eso me contestaste que mis primos no te obligaban a nada y yo sí. Ahí me tuve que dar callada, por no hacerte daño con mi contestación. Ya que ellos creo que nunca se preocuparon por ti como lo hice y hago yo. Siempre cuando estuviste malo estuve ahí en el hospital hacerte compañía a intentar sacarte una sonrisa. Cosa que ellos muchas veces no.

Recuerdo muchas veces, aquellas lágrimas qué recorrían tus mejillas aquel 10 de julio de 2009, aquel día que tan especial para la abuela y para ti. Ya que hacíais 50 años de matrimonio, cosa que ya poca gente aguanta por diversos motivos. Aquellas lágrimas derramadas, eran por la emoción de una carta que os leí en la ceremonia. Me gustaría volver a leer esa carta, que con todo mi corazón escribí. Me encantó la sensación de que toda la iglesia se emocionara, y me dijeran después que bonitas palabras, que les habían llegado al fondo de corazón. Esas palabras eran mis sentimientos hacia vosotros, mi agradecimiento por todo lo que me habéis dado en esta vida. Si me dijeran que describiera que son mis abuelos para mí, diría que todo.

Abuela, de ti que decir que no sepas…has sido como una madre para mí, al igual que mi otra abuela (yaya) sois como una madre para mí y nunca olvidaré todo lo que habéis hecho por mi. Siempre, siempre, estuvisteis ahí a mi lado. Supisteis consolarme en los momentos más difíciles, Abuela siempre supimos estar juntas cuando más difícil eran las cosas.

Gracias por cada momento que me habéis dado. Si por mí fuera estaríais siempre en mi vida, aunque el día que os vayáis siempre os llevaré en mi corazón.

1 comentario:

Unknown dijo...

no la había podido leer hasta ahora, y te digo que las palabras que les diriges a tu abuelo y a tu abuela, me han emocionado, de verdad, y me encanta como escribes, ME ENCANTA!!
tkm, sigue asi de bien cielo.